¿Por qué debemos proteger nuestros ojos del sol?

El sol es una fuente inestimable de energía y también de salud. Sin embargo, existen varios tipos de radiación solar: visible, infrarroja y ultravioleta. Esta última tiene un pequeño componente de riesgo (la UVB) si se extralimitan las exposiciones o no se protegen de forma adecuada las zonas corporales más sensibles a sus efectos negativos: piel y ojos.

Aunque la mayoría de las radiaciones solares son eficazmente filtradas por los ojos, la exposición crónica a las mismas o, a una alta y selectiva cantidad de ellas en un corto espacio de tiempo, puede dar lugar a graves problemas oculares.

La población española en general, y sobre todo los habitantes de lugares costeros o montañosos, sufre un mayor riesgo de padecer alteraciones oculares severas, como inflamaciones agudas de la conjuntiva (conjuntivitis) y la córnea (queratitis), aparición de procesos degenerativos en la superficie ocular (pinguécula y pterigion), cataratas, retinopatías e incluso lesiones cutáneas que pueden desarrollar un cáncer en la piel de los párpados.

Además del cuidado ocular en las playas, los esquiadores deben también tener especial cuidado con el sol, ya que en la montaña, donde podemos disfrutar de unas saludables vacaciones practicando deporte, se dan todos los factores de alto riesgo para la salud ocular: en primer lugar, al estar ubicadas las estaciones de esquí en parajes de una gran altitud donde la capacidad de protección de la atmósfera es mucho menor que en zonas más bajas; en segundo lugar, el exceso de luz y la radiación reflejada por los cristales que forman la nieve son mucho mayores (la nieve refleja hasta el 80% de la radiación solar que llega a la superficie); y por último las largas exposiciones al aire libre que se dan en esta deporte aumentan también la exposición a las radiaciones.

Estas características provocan anualmente, tanto en las playas como en la montaña, un elevado número de lesiones oculares ocasionadas por la falta de prevención.

¿Cuánto tiempo de exposición al sol hace falta para que aparezcan los primeros síntomas de malestar ocular?

Es importante saber que algunos dolores intensos de cabeza, conjuntivitis y fotofobias anormales (intolerancia y temor excesivos a la luz) son producidos directamente por la utilización de gafas de sol sin ningún tipo de garantía de calidad, cuyas lentes no disponen de los filtros adecuados para evitar el paso de la radiación ultravioleta a los ojos y las distorsiones anómalas de la imagen.

Cuando los ojos están demasiado tiempo expuestos a este tipo de radiación, ésta se almacena en cierto modo en el cristalino sin que pueda eliminarse, por lo que, a la larga, pueden aparecer cataratas.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la acción de esta radiación ultravioleta en los ojos, unida al manifiesto deterioro de la capa de ozono atmosférica, dará como resultado en los próximos años un alto incremento de los casos de cataratas, factor desencadenante, a su vez, de unos veinte millones de casos de ceguera anuales, además de otras enfermedades relacionadas con nuestra salud visual y ocular como la queratoconjuntivitis actínica, las úlceras epiteliales, las degeneraciones corneales, los edemas maculares o las degeneraciones retinianas.

¿Qué lentes de gafas de sol son las más idóneas en cada caso?

Según las estadísticas, las lentes de cerca de un 80% de los doce millones de gafas de sol vendidas en España durante el 2005 no han pasado por ningún control de calidad. Esta importante cifra ha traído consigo un aumento considerable del número de personas con problemas oculares producidos por la dispersión de los rayos ultravioleta en la nieve o en las playas y la ausencia de filtros de protección solar de buena calidad en dichas lentes.

Por todo ello, los habitantes de la mayoría de las provincias españolas (donde el sol luce durante un gran número de días al año) tienen un alto riesgo de padecer problemas oculares y visuales.

Es fundamental la utilización de lentes con filtros especiales que respondan como mínimo a dos finalidades prioritarias: impedir que lleguen al ojo las radiaciones dañinas, como el infrarrojo y el ultravioleta, y reducir la intensidad de las radiaciones visibles para evitar el deslumbramiento y proporcionar una visión nítida y confortable. Sólo las gafas de sol adquiridas en establecimientos sanitarios de óptica, bajo el consejo y la prescripción de su óptico – optometrista, podrán garantizar la calidad de los filtros y la salud visual y ocular del usuario durante su uso.

¿Es importante también la salud ocular de los niños?

De estas radiaciones solares debe protegerse con mayor cuidado aún la población más joven y, sobre todo, los menores de 18 años, ya que es un grupo de población que todavía no ha desarrollado completamente un filtro natural amarillo en el cristalino que lo proteja de las radiaciones ultravioletas y la luz azul, causa también de algunos problemas patológicos, así como del envejecimiento prematuro de la retina.

¿Qué consejos debo seguir para prevenir problemas oculares relacionados con la radiación solar?

Los ópticos-optometristas aconsejan una serie de medidas preventivas para proteger la salud ocular y visual de todos los ciudadanos frente a las radiaciones solares:

¿Son adecuadas para mis ojos las gafas de sol que se venden en mercadillos, bazares, gasolineras o en el “top manta”?

Por el bien de nuestra salud visual y ocular, nunca debemos adquirir gafas de sol, ni ningún otro producto, como gafas para visión “de cerca”, en este tipo de lugares, ya que su utilización supone un grave riesgo para la salud. Según un estudio realizado por la Federación Española de Asociaciones de Óptica (FEDAO), en España existe alrededor de un 30% de usuarios que adquieren sus gafas de sol en puestos callejeros, con los problemas oculares que su utilización pueden acarrear.

El estudio refleja unos datos alarmantes para la salud ocular y visual  de los ciudadanos: casi tres millones de gafas se venden en bazares y otros comercios (un 9,4%); casi dos millones y medio en promociones de revistas y otros productos de diversa índole: cremas, cámaras fotográficas o ropa (un 8,7%); y, por último, cerca de nueve millones (un 30,8%) se distribuyen en el denominado “top manta”.

Según este trabajo de investigación, sólo el 13% de los españoles escoge los establecimientos sanitarios de óptica como el lugar idóneo para adquirir sus gafas de sol además de en otros centros de distribución, como en grandes superficies y grandes almacenes (24,3%), tiendas de complementos deportivos (3%) y establecimientos de gafas de sol (3,6%).

Analizando con detalle estos datos, además de acerca de esta distribución ilegal que no cumple ningún requisito fiscal ni sanitario, los ópticos-optometristas quieren alertar sobre la pobre calidad visual y de protección solar que ofrecen las gafas de sol comercializadas en lugares ilegales, y destacan el considerable aumento de la radiación (UV) que llega a un país tan luminoso como el nuestro.

En España aquellas gafas de sol comercializadas en bazares, mercadillos o puestos ambulantes, no han pasado ningún control de calidad, ni óptico ni sanitario, lo que puede perjudicar extraordinariamente la visión de los usuarios de estos productos, que pueden visitar consultas oftalmológicas de urgencia afectados de queratitis, queratoconjuntivitis y otras patologías más graves relacionadas con la incidencia de la radiación solar sobre las estructuras oculares, como cataratas prematuras, pinguéculas y pterigium.

¿Qué pautas debo seguir a la hora de adquirir unas gafas de sol?

El uso de gafas de sol homologadas disminuye en un 20% los problemas oculares relacionados con el sol, cuyas lesiones son irreversibles en la mayoría de los casos. Pueden llegar incluso a producir una importante reducción de la capacidad visual. En consecuencia, déjate asesorar por tu óptico-optometrista. Sus consejos, después de conocer las actividades laborales y de ocio que sueles realizar habitualmente, te servirán para hacer un buen uso de las gafas de sol y prevenir enfermedades oculares.

Es aconsejable, en primer lugar, informarse adecuadamente por los ópticos-optometristas u oftalmólogos, de cuáles son los tipos de gafas de sol más adecuados en cada caso para las actividades que se vayan a llevar a cabo con ellas.

En segundo lugar, adquirirlas siempre en establecimientos especializados que garantizan la calidad del producto:

  • Situaciones de uso: Debes saber en qué momentos, en los que verdaderamente va a ser necesaria una protección adecuada, las vas a utilizar, por encima de modas y corrientes estéticas.
  • Si hemos pasado por una operación ocular: En las personas intervenidas de cataratas, el uso de gafas de sol protege el interior del ojo, antes preservado por el cristalino.

-Color:

No importa su color, pero son aconsejables el gris o el marrón (los que menos modifican las tonalidades).

-Tipo de protección:

Sería recomendable que la gafa tuviera la mayor protección lateral posible.

Por lo que respecta al filtro de protección, debemos interesarnos acerca de qué tipo es el que usan nuestras gafas de sol, según nuestras actividades. El filtro solar debe protegernos completamente de la radiación ultravioleta (UV), independientemente del color del cristal, y adaptarse al uso de las gafas de sol: conducción de automóviles, esquí, vela…

Las gafas de sol no están fabricadas para proteger las estructuras oculares en la observación directa de los eclipses solares ni para broncearse con rayos UVA.

-Lentes:

Son preferibles las lentes de alta calidad, ya que las de baja calidad pueden dejar pasar la radiación solar a pesar de ser muy oscuras, o deformarse y causar aberraciones ópticas.

En el caso de ser miope, hipermétrope o astígmata, hay que poner atención a la compensación óptica de las lentes en el caso de adquirir gafas de sol graduadas. La gafa de sol en la graduación adecuada es recomendable para cualquier época del año en la que disfrutemos de actividades en el exterior.

-Montura:

Es importante utilizar monturas que cubran los laterales del ojo, con el fin de que no entre la radiación solar. También hay que procurar que las gafas no sean demasiado pequeñas, ya que en ese caso no protegen los ojos, sobre todo los párpados, de la radiación nociva.

-Etiqueta:

Hay que prestar a tención a la marca “CE” como estándar mínimo de calidad. Deben cumplir los requisitos europeos sobre Gafas de Sol (EN 1836:1997).

Hay que exigir que la gafa de sol tenga especificado el nº de categoría de filtro. Va de 0 a 4, en función de su capacidad de absorción de la luz.

Hay que exigir que las lentes tengan filtros para la radiación UVA (con garantía demostrable)